La subida del IVA que entró en vigor el pasado 1 de septiembre ha hecho que la inflación en España medida a través del IPC suba nada menos que 80 puntos básicos hasta el 3,5%; con lo que son ya tres meses consecutivos de subidas y un dato muy poco esperanzador para la economía española que debe evitar entrar en una espiral inflacionista con empresas subiendo los precios para intentar obtener algo de beneficio (que ahora no tienen) y familias ahogadas que terminaría con empresas cerrradas y familias en apuros serios.
Con el IVA ha subido todo, pero el copago farmacéutico y el aumento del precio de los carburantes puede haber ayudado mucho a la subida de este índice. El salto es tan grande que no se daba desde octubre de 2007 cuando subió 9 décimas de golpe.
La subida del IPC afecta en muchos aspectos nuestra economía doméstica. En primer lugar porque tenemos que pagar más por lo mismo, y aunque no lo notemos y afortunadamente en los productos más básicos de la cesta de la compra (alimentación) no se hayan aumentado demasiado los precios, nuestra nómina cada vez nos dura menos. Nóminas que por otro lado no son actualizadas conforme al IPC, más bien están sufriendo recortes.
También nos afecta a la hora de ahorrar para nuestro futuro inmediato o para nuestra jubilación, ya que tendremos que conseguir un tipo de interés mucho más alto para salvar la inflación. Próximamente os daremos algunos consejos al respecto.
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